La reforma energética que discute el Senado ha dado giros y sobresaltos peligrosos para las afecciones coronarias.
Al deshacer y recomponer toda la industria de hidrocarburos y
electricidad del país, deja a Pemex -y sus dinosaurios- en un estado
propicio al infarto.
La reforma abre por completo el sector energético a privados
nacionales y extranjeros mediante contratos de licencias y pagos con
petróleo.
Además quita a Pemex el control de licitaciones, contratos, dinero y ductos.
Mala noticia para quienes hicieron acuerdos con las empresas privadas
y otorgaron contratos bajo reglas que se controlaban muchas veces en
las regiones petroleras, bajo constantes acusaciones de corrupción.
Pero también lo es para quienes buscaban que Pemex se fortaleciera:
la reforma hace que la paraestatal ya no controle sus ganancias, le
elimina el estatus de organismo descentralizado, y le obliga a probar
sus méritos para quedarse con las zonas petroleras que hoy explota.
Como paradoja del destino, el futuro de Pemex queda en manos de quien
ha sido uno de sus más acérrimos críticos, el presidente de la Comisión
Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.
De ser un organismo técnico que prácticamente tenía que rogarle a la
petrolera por información, cuyos dictámenes constituyeron casi la única
crítica sistémica que recibió Pemex en su historia, pasará a ser su
juzgador.
La secretaría de Energía, por conducto de la CNH, regirá la
industria, decidirá dónde se inicia un proyecto petrolero, qué tipo de
contrato de aprueba para cada yacimiento, cómo se va a licitar, quién se
quedará con el contrato y cómo se está operando.
Claro, también la CNH firmará los contratos.
El edificio de la Comisión en el sur de la Ciudad de México se
convertirá en el epicentro de interés de las petroleras internacionales,
las cuales podrán firmar contratos de utilidad compartida, riesgo
compartido y licencias, con posibilidad de registrar las reservas como
activos de sus empresas.
Todo esto si las Cámaras autorizan las modificaciones a los artículos
constitucionales 25, 27 y 28 en la propuesta que acordaron el PRI y el
PAN antes de hacerla pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario